La moraleja de la obra indica que es más difícil vencerse a sí mismo que vencer un terrible obstáculo externo. Apolo mata a la serpiente Fitón, pero la pasión de amor lo termina dominando.
Los dioses han de acudir en su ayuda para que no cometa la tiranía de forzar a la bella Dafne. Por eso el laurel es símbolo de su fama, pues no realizó el delito a pesar de que había perdido ya el gobierno de sí mismo.
Extracto de las notas preliminares de Ángel Valbuena Briones
a su edición de obras completas de Calderón de la Barca
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